Tailandia, de golpe

Acabo de volver de Tailandia y los militares van y dan un golpe de Estado. Juro que no tengo nada que ver con el asunto... La verdad es que hace una semana nada hacía indicar que pudiera suceder lo que ha sucedido. Llama la atención, eso sí, la normalidad con la que, por el momento, los tailandeses han acogido la noticia. Nada de revueltas, ni protestas, ni manifestaciones por la libertad. Por ahora ni siquiera el Rey, el adorado Bhumibol, que celebra en estos momentos su 60 aniversario en el trono, se ha pronunciado. El Primer Ministro electo, Thaksin Shinawatra, está en Londres a la espera de acontecimientos. La intervención de ambos, monarca y presidente, serán decisivas para que las aguas vuelvan a su cauce de la manera menos sangrienta posible. Tailandia, el país de la gente libre, está a la espera.

Humphrey en Bangkok

En la capital de Tailandia, la ciudad con más prostíbulos por metro cuadrado del mundo, hay un acogedor bar donde sirven cerveza fría de barril y suena una agradable música que contrasta con las estridencias de la calle. El local se llama Humphrey´s, y está decorado con fotografías de Bogart y posters de sus películas. En el centro, un atril sostiene, iluminado, el cartel de Casablanca. Un verdadero oasis.